3 Maneras de cosechar los frutos de tu esfuerzo.
¿Sientes que haces muchas cosas pero no consigues nada? ¿Te pasa que a veces sientes que trabajas por un objetivo pero al conseguirlo no tiene un efecto significativo en tu vida? ¿Te han dicho “para qué haces eso si no te ha servido de nada”?
Estos problemas pueden tener que ver con que no sabes cosechar los frutos de tu esfuerzo, pero te lo aseguro… están ahí.
Te quiero compartir 3 maneras en las que puedes cambiar tu perspectiva con respecto a lograr tus metas para que de verdad disfrutes de los beneficios de tu esfuerzo.
Agradece
Mi primer consejo es ser agradecido. No importa si logras o no tus objetivos, siempre agradece el camino, el esfuerzo que le pones y tu energía por dedicarte a esa meta. El poder de la gratitud es enorme y puede tener muchos beneficios al cosechar los frutos de tu esfuerzo. Te voy a dar un ejemplo, a lo largo de mi camino como practicante de yoga, me he puesto como objetivo lograr posturas específicas. Lograr el parado de manos, el cuervo, un buen arco, split, etc. Y aunque no he logrado absolutamente todos, a diario agradezco por mi práctica. Los objetivos y la motivación siguen ahí, y me hacen querer seguir adelante. Pero gracias a mi gratitud, siento que he conseguido mucho más en mi práctica que solo posturas de yoga.
2. Las pequeñas cosas cuentan
Es difícil y retador lograr metas grandes. Cuando te comprometes con algo grande, tienes que tomar muchos pasos y lograr objetivos pequeños antes de alcanzar la meta grande. Al final, no importa si consigues la meta grande o no, también vas a haber cumplido una cantidad grande de objetivos pequeños que casi siempre son valiosos. Déjame contarte que antes de ser yogui era escalador, y tenía como objetivo ser el mejor escalador de México. Entrené 4 años con muchísima dedicación para lograrlo pero al final no lo conseguí pero crecí muchísimo al intentarlo: me volví mucho más fuerte, disciplinado, aprendí a competir bajo estrés, a administrar mi tiempo, etc. Así que no te olvides de ver, reconocer y sentirte orgulloso de las pequeñas cosas que consigues en un camino más grande.
3. Expande tu mirada
Cualquier cosa que trabajes en tu vida va a tener efecto en tu persona completa. No hay habilidad o trabajo que no se transfiera a otras partes de tu vida. Otra forma de cosechar los frutos de tu trabajo es reconocer y aprovechar el impacto que tiene lo que estás haciendo en otras partes de tu vida. Imagínate que te propones aprender a tocar el piano y comienzas a tomar clases. Después de unos meses o años te das cuenta que aunque has avanzado, no eres tán bueno como te gustaría ser. Pero si expandes tu mirada, aprender a tocar el piano seguro ha mejorado otros aspectos de tu vida. Tal vez tus clases eran en grupo y aprendiste a ser más social, tal vez aprender a leer música te ayudo a leer libros más rápido, tal vez te aumento la habilidad de tus manos y ahora puedes escribir más eficiente en tu teclado. Acuerdate que todo suma al desarrollo de tu ser.
A final de cuentas todo esfuerzo honesto que hagamos nos va a enseñar cosas y eso por sí solo es valioso. Te invito a tomar el curso de fin de año con nosotros en Prayana donde vamos a dedicarnos a cerrar este año y comenzar el siguiente. El primer taller es justamente sobre cosechar los frutos de tu esfuerzo, si te interesó este artículo te va a encantar nuestro taller.